Durante los primeros años de los 90, nuestro país conoció la que hoy se denomina como “crisis del sida”, un momento en que la mortalidad de buen número de los afectados por el virus, unida a la incapacidad de políticos y medios de comunicación para tratar la problemática, hizo que algunos artistas tomaran el papel de intercesores por sí mismos y por todos los afectados para poner de relieve los efectos de la problemática del VIH en nuestra sociedad.
Quizá el caso más paradigmático sea el de Pepe Espaliú, portador del VIH, quien desde los métodos cercanos al arte neoconceptual, en boga en el momento, habló de la enfermedad “desde” su propia enfermedad, elaborando un discurso que aún hoy resulta insuperable en su contundencia y lúcida claridad. Al poco tiempo de este carryng Pepe Espaliú murió a raíz del cuadro clínico conocido como Sida.
De entre sus obras, las que más se han colado en el imaginario general son sus acciones denominadas “Carrying”, que el artista llevó a cabo en San Sebastián y Madrid en 1993. En ellas, Espaliú era literalmente transportado descalzo por parejas de asistentes por itinerarios que incluían centros de arte (como el Museo Reina Sofía, en Madrid, como final del itinerario), y paradas en centros institucionales de salud como el Ministerio de Salud, ubicado en el Paseo del Prado.
Con su “carrying”, y en contexto en el cual el gobierno estatal reaccionó tarde ante la epidemia del VIH, y donde eran muchos los que renegaban del simple contacto de alguien con el VIH por temor a una transmisión del virus, el artista ilustraba el discurso político reivindicativo ante unas autoridades pasivas al tiempo que lanzaba un mensaje acerca de la enfermedad y de su percepción social, haciendo hincapié en la necesidad de apoyo y soporte (uno de los significados del verbo inglés “to carry”) de los afectados por la enfermedad, cuya vulnerabilidad (de ahí la significación de los pies descalzos del artista), se veía reduplicada por los maledicientes discursos sociales y mediáticos vertidos en ese momento sobre el virus… Reflexionemos sobre si ha cambiado tanto la problemática y sus prejuicios como para no necesitar actualmente a otro Espaliú.
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